Quantcast
Channel: emigrar – Destino Alemania
Viewing all 20 articles
Browse latest View live

18 de Diciembre: ¿Día Mundial del Emigrante o del Movilizado?

$
0
0

Emigrante Por pura casualidad nos hemos enterado de que el 18 de Diciembre es el Día Mundial del Emigrante. Y con los tiempos que corren, habría que hacer una mención. Sobre todo porque precisamente  ese conforma el grupo de autores y el grupo al que va destinado este blog.

Curiosamente hace unos días tuve el placer de participar en una conversación sobre este tema donde uno de mis interlocutores me informó que actualmente no se llamaba emigración  (por aquello del toque peyorativo), sino movilidad laboral. A efectos europeos, un concepto que sin duda conquistará adeptos en Bruselas.

 

Foto Flickr CC de Galería de ¿Qué hacer en Vigo?

En principio me pareció una idea muy atractiva dejar de señalar al “emigrante”. Especialmente teniendo en cuenta que el que escribe esto lleva bastantes años con esa etiqueta a la espalda. Pero por eso mismo dudo mucho que me pueda quitar así como así solo porque alguien haya decidido darle un nombre más humano. Por otra parte también me planteé la pregunta de si la referida “movilidad laboral” no tenía un matiz más voluntario. Menos obligado.  Y digo esto porque vista la situación en España, muchos de los que salen no lo hacen por moverse, sino porque necesitan una perspectiva, a veces apostando a lo desconocido.

Es cierto que los nuevos “tiempos modernos” nos obligan a este tipo de movimientos, que la obligada movilidad laboral de hoy nos concede el otrora indeseable “privilegio” de  ejercer nuestra profesión en cualquier sitio. Y también es cierto que atrás quedaron los años del contrato fijo al lado de casa y de la familia.  Sobre todo con una crisis como la que está cayendo.

Sin embargo, verse obligado tener que cambiar de país por no poder vivir en el propio, sigo considerándolo una especie de trauma. No hay duda que al mismo tiempo es un gran enriquecimiento. Pero también un trauma para los que llegan y, sin saber el idioma, tratan de mantenerse a flote. A esta gente sin duda le está bien dedicado un día. Aunque no sean tan modernos y lo llamen como antaño, Día del Emigrante. Seguro que a la vez, ellos mismos se sienten más identificados con éste que con el Día de la Movilidad Laboral.

Aún así me gustaría someter esta cuestión a debate público con los que nos lean. Ya que en esta plataforma el usuario es el más importante

¿Somos emigrantes o somos “movilizados laborales?

Gracias por sus respuestas y comentarios.

@jgayarre

 

 


Diario de un exiliado en Alemania. Capítulo 3: Los miedos

$
0
0

Bored in the German class - May 24th 2008


Realmente no recuerdo cuáles fueron las palabras exactas que reproduje delante de la clase, pero creo que fue una mezcla entre inglés y alemán: “Mein name is Eric”. Lo que sí que se me quedó grabado fue el silencio sepulcral de todos mis compañeros, que crearon una tensión muy incómoda en ese momento. La verdad es que fue un instante muy embarazoso en el que me sentí como un grano de arena en el desierto y en el que me di cuenta que tocaba empezar otra vez de cero.

Foto Flickr CC por vijay.thampy

Rápidamente me mentalicé. Sabía que sería un camino largo de recorrer pero, desde un primer momento, creí en mí mismo y confié en mis posibilidades. En ese mismo momento fue cuando choqué con la realidad del emigrante, pues me vi en un lugar en el que jamás habría imaginado que llegaría a estar.

Las primeras clases fueron duras. Las pausas entre un mar de desconocidos se hacían eternas pues, por mucho que quisieras entablar conversa con alguien, no disponías de las herramientas para ello; pero con el paso del tiempo y tras el aprendizaje de las primeras frases, las cosas fueron volviendo a su cauce.

Otro de los aspectos a los que le tenía más respeto era al trayecto desde casa a la escuela. Intentaba pasar lo más desapercibido posible, no aguantarle la mirada a nadie y intentar molestar lo menos posible, no fuera a ser que alguien me dijera algo y yo quedara en evidencia por no saber qué decir.

Sé que dije que yo siempre procuro ver el vaso medio lleno, pero debo reconocer que, durante mis primeros dos meses, la tristeza, la añoranza y el echar de menos a mí gente pudo conmigo.  Me sentí totalmente fuera de lugar. Tuve la gran suerte de que mi pareja estuviera a mi lado para levantarme en los momentos que yo empezaba a caer. Mi otro gran apoyo fue el contratar una tarifa plana de llamadas a España y poder hablar con los míos con total libertad y sin que el dinero fuera un impedimento.

Después de conocer diversas experiencias parecidas a las mías, descubrí que este “bajón moral” es muy común y que forma parte de las etapas propias que te toca vivir cuando te marchas a un lugar que desconoces. Uno de los aspectos que más ayudan a tirar para adelante es el trabajo, el sentirte útil en mayor o menor medida en el campo laboral. Siempre lo digo. El trabajar como camarero me ha ayudado más que el ir a clases de alemán, pues me ha obligado a perder todos los miedos que yo tenía desde el primer día. Evidentemente, es un camino progresivo en el que un trabajador normal parte desde cero, pero si tu conocimiento del alemán es nulo te toca empezar desde más abajo.

Durante la primera semana me preparé una “chuleta” en casa con las frases que mi jefe me podría decir y con sus correspondientes respuestas en alemán. Fue una situación bastante cómica pues cada dos por tres tenía que ir sacando el papel del bolsillo para ver qué era lo que tenía que decir en cada momento, pero llegó el fatídico día en el que me dejé el papel en casa.

Firmado: Eric Peyron

Diario de un exiliado en Alemania. Capítulo 4: Pseudoamistades

$
0
0

nikon 35ti futbolin

 

Ahora o nunca, me dije. Con el bolígrafo y la libreta en la mano me acerqué a los primeros clientes que tendrían la suerte o la desgracia que yo les atendiera. Estaba muy nervioso por lo que representaba la situación en sí, pues mi jefe me había advertido que era la hora de ponerse las pilas. Con las manos sudorosas y con un hilillo de voz muy fino pronuncié aquello de “Was möchten sie trinken?”, recibiendo una respuesta inmediata por parte del cliente de turno, “Wie bitte?”. Dicho en castellano, no entendieron ni media palabra de lo que les dije, aunque la lógica acabó por imponerse y terminaron pidiéndome dos “Bananenweizen”. No hace falta ser un lince para deducir que yo tampoco les entendí a ellos, ya que jamás hubiera podido imaginar que mezclar zumo de plátano con cerveza era algo común en Alemania.

Foto de  cheeseburguer720

Dicha falta de entendimiento dejó el listón por los suelos, por lo que a partir de entonces me convencí de que todo iría a mejor. Así fue.

Tras vivir muchas situaciones rocambolescas y cometer innumerables fallos, fui perdiendo el miedo y la vergüenza a los clientes. Esa fue mi mayor victoria. Sin nervios, logré ganar en confianza, también fuera del restaurante.

Sin prisa pero sin pausa, fui estableciendo pequeños lazos sociales o “pseudoamistades alemanas” por llamarlas de alguna manera. Este hecho me ayudó en sobremanera, aún siendo mi capacidad para socializarme con los otros escasa debido a mi falta de riqueza lingüística. A pesar de ello, siempre fui uno más del grupo, seguramente porque tampoco es que molestara mucho, ya que la mayor parte del tiempo me dedicaba a escuchar lo que los otros decían. Tras muchas horas de conversación mis niveles de ilusión fueron en aumento, y es que no hay mayor satisfacción que el empezar a entender lo que la gente dice. Al principio sólo entendía palabras sueltas que me podían dar una idea del tema que se estaba hablando.

Particularmente embarazosas fueron muchas de las situaciones que se dieron, como por ejemplo el tener que reír a la fuerza por el simple hecho de que todo el grupo se destornillaba de la risa ante lo contado. Lo que ellos no sabían es que yo me reía por aquello de la risa contagiosa, pues la broma la captaba entre poco y menos.

Con el paso de las semanas te vas lanzando. Al verte socialmente aceptado te vas abriendo poco a poco, a pesar de que tus discursos estén cargados de errores. Siempre he procurado que los que tengo al lado corrijan, en la medida de lo posible, los fallos que voy cometiendo, así que la paciencia se ha acabado convirtiendo en una actitud mutua, por mi parte y por la de los que me rodean.

Firmado: Eric Peyron

 

El síndrome de Ulises: El impacto psicológico de la emigración

$
0
0

human  migration

 

 

La emigración ha acompañado a la humanidad a lo largo de toda su historia. Siempre han existido fenómenos migratorios con mayor o menor importancia en las sociedades, y en momentos de crisis económica como la actual, buscar nuevas oportunidades en otros países puede ser una solución.

Por Sergio Delgado en  

Foto cc por gagilas.

El desarrollo de las sociedades actuales no se puede concebir sin este fenómeno ya que gracias a él la humanidad ha evolucionado en su forma de vida y de ver el mundo, compartiendoexperiencias, inventos, avances, pensamientos, valores, etc…


En el fenómeno de la emigración habrá múltiples razones diferentes para cada caso, personales o circunstanciales, pero una razón común es el deseo y la esperanza de comenzar una nueva etapa y lograr una mejora en la vida personal. Si la persona creyera que lo que le espera no va a ser mejor que lo que tiene en la actualidad, no tomaría esa decisión de cambio tan importante. El aspecto positivo de la emigración es ese enriquecimiento que tendrá el conocer nuevas culturas o el tener la posibilidad de mejorar no solo económicamente sino también intelectualmente.

 

Cuando la persona llega al lugar de destino necesita adaptarse rápidamente a la nueva situación, en este sentido el fenómeno psicológico llamado “estrés” aparece como un estado de alerta y de activación del cuerpo para poder realizar actividades de forma “rápida”. Pero cuando este fenómeno psicológico en dosis altas, se entra en un estado de ansiedad y nerviosismo que en muchos casos impide realizar las actividades de forma adecuada, generándose una espiral de ansiedad-errores-preocupación-ansiedad. Éste sería el aspecto negativo que conlleva la emigración. Si se prolonga en un periodo largo de tiempo, aparecerán otros síntomas como la depresión, la culpabilidad o el sentimiento de soledad ante las circunstancias que siente le desbordan. Es cuando podemos estar hablando de un síndrome denominado como aquel héroe griego que sufrió múltiples penalidades en su viaje hasta la vuelta a su hogar: El síndrome de Ulises.

Cada persona tiene sus propias particularidades  y su forma de ser, historia biográfica y circunstancias no se puede generalizar para explicar su caso concreto,  aunque sí nos podemos fijar en este síndrome para acercarnos al fenómeno de la emigración y los posibles impactos psicológicos negativos que conlleva. Nos podemos preguntar a este respecto: ¿qué supone emigrar?, ¿qué procesos psicológicos se ponen en marcha que pueden afectar negativamente?, ¿cuál sería la forma mejor de afrontar esta nueva situación?

Los fenómenos psicológicos que se dan cuando emigramos tienen estrecha relación con lo que dejamos atrás: la familia, los amigos, el lugar de nacimiento, en definitiva la historia particular de cada uno/a. A este respecto, antes de la salida la persona puede sentir: sentimiento de pérdida de identidad (sobre todo cuando se está muy ligado al lugar de origen), sentimiento de culpabilidad por irse (dejando atrás personas muy cercanas), un posible sentimiento de fracaso o de verse de forma negativa si se compara con las personas que se quedan, y por último puede sentir temor a un futuro retorno, pensando que posiblemente pierda el contacto y la relación con sus seres queridos.

Emigrar es el proceso por el cual la persona cambia de lugar de origen o residencia habitual por un nuevo territorio. Este hecho puede suponer un cambio radical, en cuanto a cultura, idioma y en muchos casos incluso valores de la sociedad. Emigrar es quizá una de las decisiones más importantes que puede tomar una persona, junto  a las decisiones de casarse, tener hijos o comenzar una carrera formativa y laboral. Emigrar es el proceso por el cual la persona cambia de lugar de origen o residencia habitual por un nuevo territorio. Este hecho puede suponer un cambio radical, en cuanto a cultura, idioma y en muchos casos incluso valores de la sociedad. Emigrar es quizá una de las decisiones más importantes que puede tomar una persona, junto  a las decisiones de casarse, tener hijos o comenzar una carrera formativa y laboral.

Al comenzar la nueva vida también pueden surgir miedos que  bloqueen y dificulten la adaptación en el país de destino: Miedo a lo desconocido (se pierde seguridad al no saber bien con lo que nos enfrentamos), temor a no lograr nuestros deseos como encontrar trabajo o conocer nuevas personas, miedo a cambiar nuestra forma de ser (para algunas personas el cambio de contexto supone también un cambio de identidad) o miedo al rechazo o a la imposibilidad de integrarse en la nueva cultura.

En general las personas superan estos miedos, miedos normales ante los grandes cambios, y poco a poco se verán en su nueva vida de forma satisfactoria y  enraizarán en ese lugar de destino

Pero si las cosas no van como en un principio se podía esperar, no logrando aquello que se tenía la esperanza al comenzar la nueva etapa,  varios pueden ser los sentimientos que aparezcan. Es lo que se suele llamar el síndrome de Ulises:

1)     Sentimiento de soledad: La separación de los seres queridos puede provocar en los momentos más difíciles un sentimiento de aislamiento, de no encontrar un lugar adecuado o personas cercanas. La persona puede sentir un vacío afectivo que le es difícil de soportar.

2)      Tristeza: La nostalgia suele ser uno de los sentimientos más vividos en estas circunstancias, que junto al sentimiento de vacío, a los miedos y preocupaciones, provocan ideas de incapacidad y de falta de valor (sufriendo una pérdida de autoestima).

3)      Culpabilidad: muy relacionado con lo anterior, la persona puede sentirse culpable por haber hecho mal las cosas, por haber “abandonado” a seres queridos o por creerse la causa de su propio fracaso. Puede haber una auto-recriminación por la situación actual y un arrepentimiento por la decisión tomada. A este respecto tiene mucho que ver la situación laboral, si no ha encontrado trabajo o un trabajo que le satisfaga, ya que es uno de los objetivos principales que llevan a emigrar.

4)      Desengaño: La persona puede ver el lugar que ha llegado muy diferente a lo que esperaba. Las ideas o esperanzas que había puesto, pueden verse frustradas y puede sentir cierto resentimiento al lugar donde vive, entrando en una espiral de sentimientos negativos.

5)      Trastornos psicosomáticos: Además estos síntomas psicológicos suelen ir acompañados  de síntomas psicosomáticos como insomnio (imposibilidad de conciliar el sueño ante la preocupación por la situación actual) dolores de cabeza y de estómago, falta de apetito o exceso en la ingestión, falta de concentración o fatiga extrema.

Estos síntomas aparecen cuando la situación para la persona la desborda y no se ve con los recursos necesarios o  con la capacidad de afrontar lo que le ocurre. Al final de estos síntomas habría una creencia de la persona que se puede expresar en: “No puedo seguir así”. Estamos ante una crisis vital, a la que se habrá llegado por la forma de enfrentarse a la nueva situación y que tiene que mucho con la forma de ser de la persona, de cómo reacciona ante las circunstancias. Este es quizá el momento de plantearse nuevas formas de afrontamiento de la situación: Nuevas formas de verse a sí mismo y de ver aquello que se tiene alrededor. Para ello podemos fijarnos en los recursos psicológicos que se proponen desde las consultas terapéuticas con el objetivo de poder afrontar situaciones parecidas.

 

Antes de partir

Recomendaciones

Proceso de duelo

La mejor forma de comenzar una nueva etapa es cerrar de forma consciente la anterior: realizar una despedida con familiares y amigos. Es necesario ser consciente de la pérdida que supone, pasar por el duelo que conlleva y despedirse expresando los sentimientos que provoca la nueva situación.

Pérdida de identidad

Más que una pérdida podemos verlo como una nueva posibilidad. Muchas veces se tienen roles familiares y de amistad en el lugares de origen a los que la persona puede sentirse atada.  Es el momento de liberarse y comenzar a ser aquello que se desea ser. Se sigue siendo en esencia la misma persona pero con la posibilidad de dar un salto cualitativo y acercarse más a quién se quiere ser en realidad.

Sentimiento de fracaso por tener que partir

Tomar la decisión de emigrar es una prueba de valentía y de querer mejorar. Ante la posibilidad de quedarse “atascado” la persona decide dar un paso para abrir nuevas posibilidades.

Inseguridad a lo que viene

Hablar con personas que han pasado por el mismo proceso y conocer el contexto aunque sea de referencias ayuda a quitar miedos por lo que pueda venir, además de tener una visión más realista de lo que nos vamos a encontrar.

 

 

 

 

En el lugar de destino

Recomendaciones

Cambio en la  identidad

Es bueno estar abierto a aprender, tanto la nueva lengua como la forma de vida. Adaptarse y sumergirse en la nueva cultura no significa cambiar la identidad, se sumará a lo que uno es.

Sentimiento de nostalgia

Es necesario  no estar entre dos mundos, el anterior y el nuevo. Ver los aspectos positivos del nuevo “hogar”, y aunque no se pierda contacto con lo anterior, una relación excesiva desde el pensamiento y la emoción con lo dejado no ayuda a adaptarse a la nueva situación. Muchas veces se idealiza lo que se ha  tenido y no deja ver lo positivo del presente.

Soledad

El aislamiento suele ser debido a la  imagen negativa que tiene la persona sobre sí misma por la situación que está viviendo, entrando en un círculo del que es difícil de salir. Además de apartar los pensamientos negativos sobre uno mismo, es necesario buscar a personas afines que comprendan y empaticen con la situación vivida. Para ello se puede acudir a grupos asociativos, redes sociales,…que tengan algo en común.

Desengaño por la nueva situación

Es necesario reflexiona sobre las expectativas que se tenían y ver si son realistas ante la nueva situación.  Si no lo son, es necesario cambiarlas y adaptarse a ellas. A este respecto nos sirve el consejo de Epicteto ( filósofo estoico) cuando dice: “No son las cosas las que atormentan a los hombres, sino la opinión que se tiene de ellas”.

Frustración (por la imposibilidad de encontrar trabajo,…).

Es necesario distinguir las cosas que dependen de nosotros mismos y las que no, esto ayudará a no frustrarse con algo que está fuera de nuestro alcance. Por ejemplo: Buscar trabajo de la mejor forma posible depende de nosotros, que nos ofrezcan el trabajo depende de la situación económica o las circunstancias.

 

En definitiva, emigrar puede ser una experiencia enriquecedora para la persona pero también pude ser un momento de crisis personal, saliendo a la luz aspectos que no habíamos vivido hasta esta situación. Tenemos que tener en cuenta que cada persona lleva consigo “una mochila psicológica” en la que pesarán todas las experiencias hasta ese momento vividas y que en algunos casos dificultan la adaptación a nuevas circunstancias. Saber afrontar este reto puede fortalecer y hacer crecer a la persona, superando estos momentos de crisis y dejando atrás aquello que le impide avanzar.

 

Agracecemos esta colaboració al autor por haberla puesto a disposición de nuestros usuarios.

Sergio Delgado Somodevilla
Psicólogo. Nº Colegiado CA-714
Consulta psicológica online.
www.psicologiaenlared.com

Igualmente, si tienen alguna consulta de este tipo, le animamos  a que se ponga en contacto con nosotros en info (at) destinoalemania.com . Trataremos de solucionarla de la mejor forma posible. Incluso consultando a los expertos.

 

Unas pequeñas bases importantes

$
0
0

alemania integracion

 

Buenos días a todos, Irene está aquí de nuevo, del blog Alemania entre bastidores, y hoy vengo con una entrada un tanto controvertida.

Últimamente estoy leyendo en las redes sociales una cantidad de comentarios despectivos ante este país sin precedentes.

Que si esto es una mierda.

Que si los alemanes se sienten superiores a ti.

Que si nos tratan con mucho desprecio.

Que si son todos unos bordes.

Que si, que si.

 

Permitidme que sea un poco abogado del diablo.

 

Está claro que los que tienen malas experiencias no van a decir lo maravilloso que es el país, venid! Todos somos bien recibidos! Aquí cada cual cuenta lo que ha vivido, pero lo que si que es verdad es que las malas experiencias pesan para muchos bastante más que las buenas, y al final muchas veces tan solo te quedas con lo malo.

 

Dejemos claro que por aquí no es oro todo lo que reluce ni atan los perros con longanizas, ni mucho más cerca de la realidad. En España nos han vendido mucho la moto diciendo que en Alemania hay trabajo. Que no digo yo que eso no sea verdad, pero me parece que no han contado todo lo que deberían de haber dicho. Hay un pequeñísimo detalle que hace de la emigración un calvario, es algo que se debe de suponer, pero saber, en Alemania se habla alemán, y que nos os cuenten cuentos chinos, aquí con el inglés vas a defenderte si vienes de turista o tienes la grandísima suerte de trabajar para una empresa multinacional, sino vas a tener que pasarte varios meses en la inopia hasta que consigas entender algo de lo que dicen.

Porque es bastante complicado que te contraten en alguna empresa sin que sepáis al menos medio defenderos en el idioma. Que como ya he dicho, hay gente con suerte y paran en empresas donde se habla en inglés, pero esos son la gran minoría.

 

Emigrar siempre es algo duro, pero lo es más si es a un país nuevo y todo se dificulta un poco más aún cuando encima es un idioma que nos suena tan poco conocido como el alemán.

Los primeros meses no van a ser fáciles, pero gente, eso es algo con lo que tenéis que contar cuando vayáis a venir. No os van a ofrecer trabajo nada más poner un pie en el aeropuerto. Vais a tener que moveros, buscar y buscar. Y de nuevo eso solo lo podréis hacer si sabéis hablar el idioma. Soy muy plasta, lo sé, pero de verdad, que el desconocimiento de la lengua del lugar hace que la situación empeore mucho más y la adaptación sea más complicada de lo que ya es.

 

Con esto llego a otro punto a resaltar, la adaptación. Señores esto es Alemania!!! No estamos en España, es otro país, con otra cultura, otra forma de ver la vida, las cosas se hacen de una forma diferente y tenemos que adaptarnos al entorno. Donde fueres haz lo que vieres. Y si aquí no se cruza con el semáforo en rojo, pues te esperas.

No digo que haya que hacerlo todo a pies juntillas, pues hay muchas cosas que chocan, nos resultan muy extrañas y algunas veces nos cuentas entenderlas, pero hay que intentar adaptarse a las nuevas situaciones lo mejor posible, pues eso, os aseguro, nos va a ayudar muchísimo en poder sentirnos acogidos por los autóctonos, o al menos un poquito.

 

No podemos pretender imponer nuestras ideas, cultura y forma de hacer las cosas en un país que ya tiene las suyas. Y soltar un “es que en España se hace así”, me parece perfecto, pero repito de nuevo que esto es Alemania. Hay que abrirse a la nueva cultura, conocer nuevas tradiciones, nuevas formas de ver las cosas, y quizás, con el paso del tiempo, os deis cuenta que esperar a que el semáforo se ponga en verde no es algo tan malo como parecía al principio.

 

Que si los alemanes nos tratan mal, eso es como todo, habrá algunos que si y habrá otros que no, pero lo que nunca podemos hacer es generalizar.

En mi caso personal, llevo aquí ya más de un año, trabajo en una clínica de fisioterapia y el 80 % de mis pacientes son alemanes, pues en todo este tiempo aún no me he sentido en ningún momento despreciada por ser española. Nadie me ha puesto mala cara o me han mirado con superioridad.

¿Más de un año y sin ningún tipo de problema? Si.

Amigos míos de varias nacionalidades si que han tenido algún encontronazo pero hay una frase muy sabía que siempre me ha dicho mi padre, y es que no ofende el que quiere, sino el que puede.

Porque es muy raro que tras un año nunca nadie me haya lanzado alguna puntillita, es posible que si que lo hayan hecho, pero como ya me ha dicho alguna amiga, no he querido sentirme ofendida, así que simplemente he pasado de su comentario y he llegado a otra de las grandes frases de mi padre, dos no discuten si uno no quiere. Y aquí paz y después gloria.

 

Si vais predispuestos a sentiros ofendidos o a buscar dobleces en cualquier comentario, tenéis unas posibilidades muy altas de encontrároslo.

Está claro que imbéciles hay en todas partes, por aquí, en España y en cualquier sitio al que vayáis, la cuestión es como os tomáis vosotros las cosas.

 

Porque si vais con una sonrisa en la cara, muy posiblemente sea lo que os devuelvan, las buenas maneras, buenos modales y una actitud positiva siempre van a atraer eso mismo. Pero la predisposición a la ofensa y los malos pensamientos nunca van a producir algo bueno.

 

Estáis en Alemania, buscando trabajo, no encontráis nada, os estáis empezando a deprimir y tenéis mucho tiempo libre, demasiado. Haced algo!! Gastar el tiempo en cosas que os mantengan la cabeza ocupada, buscar grupos en Facebook que hagan salidas, españoles, alemanes, da lo mismo, lo que sea, pero no os quedéis en casa pensando en lo mala que es vuestra situación. Nunca se sabe a quien se va a conocer, pero sobretodo, como dice mi madre, en este caso, gente parada malos pensamientos. Y vaya si tiene razón.

 

No quiero ponerme en plan sabelotodo, ni mucho menos, pero estas son las cosas que yo he hecho y la verdad es que por ahora no me ha ido nada mal. Podría ir mejor? Por supuesto que si, pero como ya os dije, emigrar es duro y los principios nunca son fáciles.

 

Así que si queréis venir a Alemania, mis consejos:

 

Venir con una cierta base de alemán o en caso de que no pueda ser así, apuntaros lo antes posible a algún curso. En todo el país existen cursos de integración para gente que no habla alemán, y en algunos casos son incluso gratis. Tan solo tenéis que informaros de donde se hacen. No se como va en cada Estado, pues quizás sea diferente, pero imagino que si vais a alguna escuela de idiomas os podrán informar de si ellos ofrecen el curso o donde tenéis que ir. En alemán se dice Integrationskurse.

 

Tener en la cabeza la idea de que esto es un país nuevo, con su propia cultura e intentar adaptaros al entorno lo antes posible.

 

Esto parece una tontería, pero a mi me ha ayudado bastante. Dar vueltas por la ciudad, conocer vuestro barrio, iros al centro, pasear por las calles. En resumen, ser capaces de orientaros, saber donde estáis, dónde está vuestra casa y como llegar a ella. Esa sensación de sentirse perdido es bastante mala, y crea muchísima inseguridad.

 

Por último, salir de casa, de nuevo, conocer gente, apuntaros a quedadas, hacer amigos. Como ya digo, en Facebook hay un millón de grupos, y en los españoles en (cualquier ciudad) siempre podemos encontrar a alguien que esté en una situación parecida a la nuestra y se muera por conocer gente nueva. El momento en el que te ves solo en una ciudad nueva puede resultar un poco agobiante, y eso de ver el móvil y tener a alguien con la que puedes quedar en algún momento, da una sensación de seguridad increíble.

 

Poco más tengo que decir, valorar las cosas, vuestra situación actual, y si al final tomáis la decisión de venir no os desesperéis, hacer las cosas paso a paso con una actitud positiva, pues así todo será mucho más sencillo.

 

Un saludo!!

 

De vuelta a la realidad, al trabajo y país de acogida después de Navidad

$
0
0

 

girl-107163_640

En estas fechas hay dos situaciones que se están viviendo en mucho de los emigrantes que  están fuera de España. Por un lado vuelven al trabajo, a las labores, a las responsabilidades y  rutinas diarias que se han dejado debido a este periodo de vacaciones navideñas y por otro  lado se vuelve al país de acogida después de pasar un periodo de tiempo con la familia y los seres queridos.

Autor: Sergio Delgado – Psicologiaenlared.com



Dos procesos por los que la persona tendrá que pasar y que puede dificultar su día a día si por una causa u otra no logra retomar su vida normal. En la primera situación, cuando la persona no se siente bien por esa vuelta, se habla del síndrome postvacacional, en la segunda de duelo por la pérdida del contexto vital, y en este caso el duelo por una nueva despedida. Veamos por separado cada uno de estos dos fenómenos y qué relación  pueden tener cuando se juntan como cuando se vuelve al trabajo después de unas vacaciones en el país de origen.

2. Síndrome postvacacional: trastorno adaptativo, en el que la persona no se siente (bien).

El síndrome postvacacional es en realidad un trastorno adaptativo a la vuelta de la actividad laboral diaria después de un periodo vacacional. Esta dificultad de adaptación a la nueva situación puede provocar en la persona ansiedad, irritabilidad, tristeza o desánimo, agotamiento, falta de interés por las actividades o momentos de evasión. Cada persona es un mundo y cada mente afronta de manera diferente los cambios que se producen en el contexto existencial de la persona. Tal y como se plantea en la psicología cognitiva (recogido de las ideas de la filosofía estoica): “No son las cosas lo que perturban o alteran al ser humano, sino las ideas o creencias que se tienen sobre esas cosas”.

railway-station-184055_640Por ello habrá que ver qué creencia y formas de ver esta situación tiene la persona, que significa la vuelta al trabajo para ella y que le está llevando a padecer estos síntomas. Pero no estoy hablando de pequeñas molestias o fastidios, que son los normales para los periodos de adaptación de vuelta al trabajo, como más cansancio por volver a madrugar, sino estados de ánimos muy negativos (sobre todo ansiedad  y depresión) durante un periodo largo de tiempo (más de tres meses de forma continuada) que impiden a la persona tener una vida satisfactoria y que si perduran en el tiempo sería  necesario que la persona consulte con un profesional.

Está dificultad de adaptación de vuelta al ámbito laboral suele ocurrir en personas que están viviendo las horas de trabajo con momentos de ansiedad o de insatisfacción, momentos en los que siente una pesada obligación por la actividad laboral. Gracias al periodo vacacional la persona se había liberado de esta carga, pero a la vuelta al trabajo se revive esa insatisfacción con ansiedad y se compara con los momentos de tranquilidad o calma que sentía en vacaciones. ¿Qué le puede ocurrir a la persona que hasta unos días antes de empezar el trabajo se sentía bien y ha sido al comenzar de nuevo cuando siente esos estados de ánimo negativos?

Cuando realizamos una actividad que no nos gusta (sea laboral o no), lo que ocurre en esa actividad es que no nos reconocemos en ella, no nos vemos existir y al final de todo sentimos que no existimos. Y con existir me refiero a dar de nosotros mismos en lo que hacemos, a expresar lo que somos, a relacionarnos con el entorno tal y como somos. Básicamente solo hay una cosa que nos gusta: ser nosotros mismos y sentir que existimos. Es decir, a toda persona, lo que le gusta es sentirse existir, identificarse con lo que hace, que le hace sentirse real; Y por otro lado, sólo hay una cosa que nos disgusta profundamente: sentir que no existimos, que somos nada, que no podemos identificarnos con nada de lo que hacemos. En la primera situación sentiremos satisfacción, calma, plenitud e incluso alegría, en la segunda sentiremos emociones negativas como tristeza, ansiedad, frustración, irritabilidad e incluso angustia.

Para comprender mejor esta situación, pongamos dos ejemplos muy distintos:

• Tenemos a una persona que puede hacer muchas actividades diferentes: trabajar, hacer deporte, labores domésticas, estar en familia, quedar con los amigos, ir al cine, etc… ; Si esta persona se siente a  sí misma haciéndolas, se reconoce en ellas, le gustarán todas por igual.

• Y por otro lado pongamos que tenemos a otra persona que puede realizar las mismas actividades que la anterior: trabajar, hacer deporte, las labores domésticas, estar en familia, quedar con los amigos, ir al cine, etc; En este caso si la persona no siente que es ella misma quien las hace y no se reconozca en ellas o no se sienta existir mientras las hace (por sentirse obligada, impelida, controlada,…), no habrá una sola actividad que le guste.

En el caso del síndrome postvacacional, que visto de forma superficial se puede decir que lo que le ocurre a la persona es que no le gusta volver al trabajo, en realidad lo que no le está gustando es que no se está sintiendo existir en esa actividad, no se reconoce en esa actividad y que en comparación con el periodo anterior, se sentía más a sí misma, se sentía más existir, cuando estaba de vacaciones. Parece algo tan obvio como que de vacaciones se sentía libre (se  siente existir) y trabajando se siente obligado (no se siente existir).

Por otro lado además la mente suele responder a esos periodos de insatisfacción laboral con evasión vía fantasía o inconsciencia, dejando de estar presente en la actividad, dejando de ser consciente de lo que hace, por lo que a su vez se entra en círculo vicioso de insatisfacción.

La persona pierde “el aquí y el ahora”, pierde poder ser consciente de sí mismo y de lo que le rodea, y entrará en estados de ansiedad y depresión, pseudo-existiendo en el pasado (con recuerdos, añoranzas,…) o en el futuro (con deseos, ilusiones,…) pero nunca siendo consciente con atención plena en el momento actual, que es realmente como la persona existe.


alone-62253_6403. Duelo por la nueva salida del país de origen.

Así pues podemos tener a alguien que no se siente (bien) por volver al trabajo, pero además como emigrante ha tenido que marchar de nuevo en estas fechas del contexto vital de origen (su ciudad, pueblo, con familiares y amigos) volviendo a un contexto en el que puede que se sienta menos a gusto, que como decíamos antes, se siente menos existir. Esa separación del contexto de origen lo que produce es una pérdida vital con su correspondiente duelo (como vimos en otro artículo anterior: “Despedida, pérdida y duelo en la emigración”.). En este caso me fijaré más en el periodo vacacional que se ha podido vivir de forma breve en estas navidades y que al dejar esos momentos de contacto con la familia y amigos, la persona puede sufrir un nuevo duelo.

En consulta para explicar el fenómeno de estos periodos breves de volver al lugar de origen en vacaciones, suelo hacer un símil o una comparación con una relación a distancia. Cuando mantenemos una relación en la distancia y solo le vemos en periodos breves, normalmente esos momentos suelen ser idílicos, perfectos, ya que lo habitual es que no haya oportunidades para los conflictos o fricciones. Es en el día a día, en la convivencia continuada, donde pueden aparecer momentos de disgusto y de frustración, que habrá que resolver si no queremos que la relación se estropee. Pues en la vuelta a casa (con la familia y amigos), en estos momentos vacacionales como son las navidades para la persona emigrante, suele existir ese idilio, esas situaciones de falta de conflictos y fricciones, dándose de forma más continuada momentos de alegría y satisfacción, por lo que si la persona no está del todo bien en el nuevo contexto (en el país receptor) idealizará, recordará y añorará aquello que nuevamente ha dejado atrás. En esa idealización hace que surja un nuevo duelo, como si fuera una doble pérdida, por lo dejado y por lo dejado “tan perfecto”.

4. Conclusiones

Hay momentos en los que nos cuesta aceptar la realidad que estamos viviendo, como cuando no podemos adaptarnos a nuevas situaciones o a cambios como son la vuelta al trabajo o una nueva salida del país de origen. En estos momentos nuestra mente nos avisa en forma de emociones negativas como son la ansiedad, la tristeza, la frustración, de que algo no nos está gustando. De que no estamos existiendo. Son momentos complicados que tendremos que analizar en nosotros mismos y ver que creencias o formas de ver las cosas nos pueden estar llevando a sentirnos así.

Por otro lado de una situación en un principio algo superficial como es “no me apetece ir a trabajar”, hemos llegado conceptos tan importantes en el ser humano como el sentimiento de libertad o de obligación. Así cada persona tendría que analizar cómo ha ido aprendiendo a lo largo de su vida lo que le hace sentirse libre o sentirse obligado, que es al final lo que le hace sentirse o no sentirse.

5. Recomendaciones

Para superar estos momentos más difíciles podemos cambiar esa visión con las siguientes recomendaciones

a. Si comenzamos a sentirnos mal por volver al trabajo, es necesario buscar razones propias para la actividad laboral, tener motivaciones intrínsecas para realizar el trabajo (el sustento de uno mismo, el desarrollo personal o el aprendizaje que se logra con esa actividad, etc.), lo que ayudará a no verlo como una carga o una obligación.

b. Es mejor cambiar conceptos que se refiere al trabajo, que suelen venir de nuestra educación familiar y social, como “obligaciones o deberes” (que serán vistos como algo externo a la persona) por el de “responsabilidades o compromisos” (que son conceptos más internos, propios de la persona).

c. Como reflexión sobre el concepto de libertad y de obligaciones en nuestras actividades nos podemos plantear la siguiente cuestión: ¿acaso no es uno mismo el que, en realidad, hace todo lo que hace, aunque unas veces sienta que lo hace él y otras veces sienta que lo hace por obligación procedente del exterior?.

d. Es necesario ser más objetivos con el contexto original y ver que también cuando se vivía en ese contexto (con la familia y amigos) había conflictos, fricciones, frustraciones, siendo conscientes que podemos idealizar ese contexto ante nuestros problemas actuales, pero que quizá no estamos siendo del todo realistas.

e. Es necesario escuchar a nuestra mente-cuerpo, ser conscientes de lo que nos está diciendo, de esas emociones negativas, que muchas veces desoímos en momentos en que no estamos bien.

Y en general, aunque pueda parecer una receta psicológica muy usada, un planteamiento general para vivir de forma plena la vida en el “aquí y el ahora”, y no entrar en problemas de adaptación a momentos o lugares concretos (como es la vuelta al trabajo o al país receptor) sería: no recordar el pasado con melancolía, no esperar el futuro con temor, sino vivir el presente con satisfacción. Pero esta es una labor que si se quiere conseguir, habrá que trabajar durante toda la vida.

Autor: Sergio Delgado. Psicólogo Terapéuta online

Para cualquier consulta: info@psicologiaenlared.com

www.psicologiaenlared.com

Inmigrante en Alemania, por dónde empezar

$
0
0

Soy una pobre inmigrante en Alemania. Cuando llegué aquí estaba sola, en otro país, con otra cultura y otras reglas sociales, con otros problemas y dificultades que no tenía en España. Por eso, hace unos meses cuando a través de unos amigos supe de la existencia de una asociación de apoyo al inmigrante hispanoparlante en Munich me decidí a poner mi granito de arena.

Spanische Integrationsförderung München e.V.Para los recién llegados a esta ciudad el aterrizaje es complejo, la burocracia alemana es distinta de la nuestra y en muchos casos la barrera del idioma supone un obstáculo difícil de superar.  Por eso colaboro con SÍmuc (Spanische Integrationsförderung München e.V.), porque ofrecen apoyo gratuito durante los primeros meses de estancia y acompañan a estas personas durante trámites como la inscripción en el registro municipal (Kreiswervaltungsreferat) o en la oficina de empleo (Arbeitsagentur).

Pero lo más importante para que su trabajo de frutos es la colaboración de todos; de los que ya estamos instalados aquí y podemos aportar nuestro granito de arena, de las empresas que contratan a españoles o que quieren contratar a desempleados españoles, de los alemanes que hablan español y tienen tiempo libre y ganas de acompañar a estos nuevos hispanohablantes recién llegados a la ciudad, de las empresas que cuentan entre sus clientes reales o potenciales a hispanoparlantes, etc. Entre todos podemos ayudar y mejorar la comunidad hispana en Múnich; no solo ofrecen el servicio de apoyo y acompañamiento a españoles, sino a toda la comunidad hispanoparlante.

El próximo sábado 26 de julio se celebrará LA fiesta española en Múnich. Ya van por la XIV edición y en esta ocasión se han comprometido a donar 1 Euro a SÍmuc por cada persona que asista a la fiesta. No valen las excusas de no lo sabía, no tengo tiempo para acompañar a otros o no sé cómo puedo ayudar. El primer paso es tan simple como ir a la fiesta para que un euro de tu entrada vaya destinado a SÍmuc, el segundo paso acercarse al stand de la asociación que estará allí o si no puedes desplazarte hasta Múnich enlazar en Facebook para estar al día de las novedades y compartir información que pueda ser de interés para todos…y a partir de ahí quién sabe. Cada uno de nosotros puede aportar algo y quizá así con el paso del tiempo haya más delegaciones de SÍmuc que  se llamen SÍberlin, o SÍhamburgo. No dudes en ponerte en contacto con ellos si quieres poner en marcha una iniciativa similar en tu ciudad.

¿Sozialtourismus?

$
0
0

Hace poco tiempo que la Gran Coalición que gobierna Alemania formada por el SPD y el CDU/CSU aprobó una medida que nos atañe a nosotros, emigrantes europeos. Se trata de una reacción a los abusos del llamado Sozialtourismus (Turismo social).

Se ha comprobado que ciudadanos comunitarios residentes en Alemania han llegado incluso a falsificar partidas de nacimiento para recibir así el Kindergeld; es decir, la ayuda a la infancia que se entrega a los padres para el mantenimiento de sus hijos.

Desde el gobierno que preside Angela Merkel aclaran que “estas medidas no suponen ningún cambio para los que respeten la regulación sobre las ayudas sociales”, pero como todo en esta vida; las cosas no son ni blancas, ni negras sino llenas de matices de tono grisáceo. Por un lado, están los que alertan del peligro de la libertad de movimientos de ciudadanos dentro de la Unión Europea y los políticos alemanes argumentan que todos los países de la UE pueden legislar un periodo máximo de estancia para la búsqueda de trabajo. Lo que en román paladín viene a ser: o encuentras curro en 6 meses o de vuelta a España.

Paralelamente hay toda una casuística: Quienes estén buscando trabajo activamente y tengan un nivel de idioma aceptable que les permita desenvolverse en el entorno laboral pueden ver prolongada su estancia en la República de Alemania y otros tendrán que plantearse “hacer un curso de alemán en su país de origen para venir más preparados para entrar en el mercado laboral germano” como señalan los medios de comunicación.

Desde mi privilegida posición de emigrante europea con trabajo fijo en Alemania, tengo que decir que por un lado comprendo la postura de los alemanes de rechazo ante los que no han aportado a sus sistema social pero se benefician de él. Por otro lado, como española residente en Alemania sé que las cosas son muy difíciles para poder establecerse aquí seas europeo o no.

Antes de entrar en debates polémicos hay que evitar las generalizaciones, cada persona es diferente y todos conocemos personas vagas y personas trabajadoras independientemente de la nacionalidad, religión u orientación sexual que tengan. El problema, si es que se puede llamar problema, es la “picaresca” española; esa creencia de que somos más listillos y resabiados que el prójimo (ojo que otros países también tienen el cliché de la cigarra que cantaba mientras la hormiga acumulaba provisiones para el invierno; como Grecia, Italia y Portugal) por eso nos las sabemos todas y nos llevamos siempre la mejor parte del pastel. Así pagan justos por pecadores y los que llegan dispuestos a dar lo mejor de sí mismos se encuentran con la indiferencia (en el mejor de los casos) o con el rechazo abierto por parte de una buena parte de la sociedad alemana (recalco que no hay que generalizar).

Hablo de lo que experimenté por mi misma, el llegar y tener que competir con los que hablan alemán con un nivel nativo, demostrar que soy buena en mi trabajo y que, aparte de siestas y fiestas, los españoles somos trabajadores responsables y formales que cumplen con sus obligaciones. Todavía recuerdo la cara de mi jefa cuando le dije que soy una persona organizada en la primera de las tres entrevistas que hice en mi empresa actual. Directamente me dijo que viniendo de una española le resultaba gracioso…y con el paso del tiempo ha terminado por decirme que realmente soy incluso más organizada que algunos alemanes que conoce.

Opinar sobre este tema no es fácil, no hay una respuesta correcta porque las dos posturas son comprensibles, yo diría que complementarias. Por un lado, quienes rechazan el abuso del sistema social que ofrece Alemania a sus ciudadanos del que se aprovechan algunos extranjeros, y por otro lado, los que llegamos con la sana intención de trabajar e integrarnos en la sociedad alemana, cumpliendo con los mismos deberes de los ciudadanos alemanes y recibiendo por tanto los mismos derechos que éstos. El tiempo dirá si la medida aprobada por el gobierno alemán resulta eficaz o no y si se extiende a otros países de la UE. Vosotros, ¿qué opináis?

Esther Patrocinio @epatrocinio


Y de pronto cambió mi vida

$
0
0

Sy de pronto cambio mi vida_3ed_trz.aieguramente no haya nadie más adecuado que los lectores de Destino Alemania para describir el enorme cambio que supone dar el paso de iniciar la aventura de la emigración.  El éxito o fracaso de este paso se medirá en función de los grados de sufrimiento o satisfacción de  las experiencias vividas. Pero también conviene mencionar que, muchas veces, juzgamos el entorno sin entender realmente lo que sucede a nuestro alrededor o no queriendo entender que quizás el error no esté en la realidad que vivimos sino en cómo la percibimos.


Hasta ahí la teoría aplicable al ser humano. Pero… ¿cómo sería si fuese un perro el que está obligado  a emigrar y a entender todo lo que le rodea?  Precisamente ese es el dilema que plantea la autora Cristina Jimena con su obra “Y de pronto cambió mi vida”. Una aventura migratoria contada desde la perspectiva de un simpático beagle llamado Pepe que enseñará al lector a vivir este camino desde un punto de vista muy diferente.

Inocente, optimista, curioso y con gran sentido del humor, Pepe se enfrentará a situaciones muy familiares para todos aquellos que en algún momento pusieron Destino a Alemania.  Con su sabiduría, el sabueso lidia con maestría el día a día enfrentándose a todo tipo de adversidades, a la vez que emociona al lector introduciéndolo en un mundo de valores como la tolerancia y la compresión. Valores que,  a veces,  incluso nosotros mismos tendemos a bloquear. En definitiva, un libro que hará esbozar una gran sonrisa tanto a los que hemos venido a Alemania como a todos aquellos que, desde sus hogares,  quieran entender la diferencia que supone vivir en el extranjero.

SORTEO: De acuerdo con la autora, Cristina Jimena, y la Editorial Club Universitario, desde Destino Alemania queremos organizar un sorteo para todos los usuarios. Como siempre, a cambio de un poco de participación por parte de los usuarios. Esta vez con una pregunta muy fácil: ¿En qué cambió tu vida cuando emigraste a Alemania? Para participar, los usuarios podrán enviar las respuestas hasta el 15 de febrero al correo user@destinoalemania.com poniendo como asunto “Y de pronto cambió mi vida”.  La mejor y más original se llevará un ejemplar del libro.

 

 

 

Ganadora y finalistas: ¿En qué cambió tu vida cuando emigraste a Alemania?

$
0
0

y de pronto cambio mi vida_3ed_trz.aiHace unas semanas os lanzamos esta pregunta para que todos aquellos que como nosotros habéis emigrado a Alemania compartieseis vuestras experiencias.  Nos han gustado mucho vuestras historias y queremos agradecer vuestra participación. Desde el equipo de redacción de Destino Alemania hicimos una selección de las cuatro respuestas  finalistas que más nos han llamado la atención, por su franqueza, originalidad, humor y coraje.



Como prometimos, también hay un premio para el mejor relato y, de acuerdo con Cristina Jimena, autora del libro que sorteamos  “Y de pronto cambio mi vida, el premio va a caer a María Asunción Bermúdez por su relato “Había una vez un ama de casa”.

Según Cristina Jimena, la elección no ha sido fácil, pero finalmente se decidió por “Había una vez una ama de casa” por su sinceridad, buen humor y el mensaje positivo que transmite, cosas que este texto de María Asunción Bermúdez tiene en común con la novela “Y de pronto cambió mi vida” .

Ganadora

“Había una vez una ama de casa”, de María Asunción Bermúdez

Hola a todos los españoles que están de alguna forma, trabajando… estudiando… en prácticas…, residiendo en Alemania. Os voy a contar mi historia:
Había una vez una ama de casa (licenciada en derecho, pero ejerciendo “en sus labores”) de 52 años de edad con un marido, ingeniero de Airbus, y con dos hijos mayores de edad, el mayor en paro y la menor estudiando. El marido estaba en continuo movimiento por su trabajo, de Sevilla (ciudad de residencia) a Hamburgo y viceversa. Era una lata, siempre sólo en hoteles y de un aeropuerto a otro. La mujer, igualmente sola en Sevilla pues con los hijos no podía contar pues cada uno tenía su vida. Un buen día la situación cambió: qué te parece si nos vamos a vivir a Hamburgo y no tengo que viajar tanto y no estamos tan solos, le propuso el marido a su esposa. Ella dijo que sí y de esa manera se encontró de pronto viviendo en Alemania.
Sí, esa soy yo, María Asunción, sevillana (de un pueblo llamado Tomares), de 53 años y ya llevo más de un año aquí en Hamburgo, de Erasmus, como le dice mi hija a sus amigos: he mandado a mis padres de Erasmus a Alemania y yo me quedo en Sevilla.
Ha sido y es duro el día a día; el idioma, lo principal. Un curso de alemán, duración casi 11meses y cuál ha sido el resultado, “la profesora sabe más español que yo alemán”. Sí, sé que algunos os estaréis riendo y diciendo, vaya, vaya… pero es que le edad es la edad y las neuronas no son las misma… ¡la vejez que es muy mala!!!
Otro factor, la edad. Encuentro muchos españoles en la ciudad y mi hijo (que se vino conmigo buscando nuevos caminos) me presenta sus amistades, compatriotas o extranjeros, pero de todos puedo ser su madre. Echo de menos tomarme un café con alguna señora de mi edad.
Pero bueno, entre una cosa y otra, ya ha pasado un año y vamos tirando. Mi matrimonio se ha hecho más sólido, pasamos más tiempo juntos; ya tengo amigos de diario, mi frutero turco, mi carnicero alemán, la chica que me vende pescado es sudamericana y mis vecinos, que aunque no me entere mucho de lo que dicen por lo menos ” Morgen o Abend” nos lo decimos.
Una experiencia más en mi vida, buena o mala, el tiempo lo dirá….de momento no me arrepiento e invito a muchos jóvenes, sea para trabajar, estudiar o para cualquier otra actividad que vivan el momento ” y de pronto cambió mi vida”. La mía ya hace más de un año que cambio.

Me despido de vosotros y por supuesto me tenéis para lo que pueda ayudaros. Besos.

Finalistas

Impulso aventurero – Ronda

mi Impulso Aventurero me separa 1860 kilómetros de la gente que más quiero,
simplemente busqué la oportunidad que no me dieron.
mi Impulso Aventurero hizo que pasase el invierno más frío que recuerdo,
todo nuevo,
nada entiendo,
hizo frío,
¡cuánto frío por dentro!

mi espíritu aventurero
me hizo recordar cuando florecen los almendros,
cuánto duelen los recuerdos,
qué solos están los muertos…

mi espíritu aventurero
me hace valorar lo nuestro,
las croquetas,
los boleros,
las puestas de sol de invierno.

mi espíritu aventurero consigue que a mi regreso
vuele libre
bese lento,
ría más
pida menos.

Y de cómo acabar en Alemania y no en Polonia – Susana Hidalgo

Mi historia viene de hace más de un año cuando por casualidad me meto a una reunión informativa Erasmus y 1 mes después elijo sin querer marcharme a Alemania. ¿Cómo ha cambiado mi vida? Ahora he encontrado trabajo en un laboratorio alemán. Un novio berlinés. Gané 7 kg y me veo increíblemente estupenda. Dejé de hacer bromas sobre alemanes typical spanish por si las moscas. Puedo ir a pie a donde quiera, ¡ay Madrid, qué grande eres! y no sufro el estrés mañanero de los atascos. Aprendí a dormir con una almohada 80×80 cm y… sin persianas. Fuera bromas, las pequeñas cosas que han cambiado mi vida viviendo allí me han hecho darme cuenta de que hace falta salir fuera de España para ver que en realidad somos muy privilegiados en muchos aspectos y de que ser extranjero en un país es realmente duro. ¡Ahora ya sólo me queda aprender alemán!

Puedo llegar a ser lo que quiero, cuando quiero y como quiero – Patrick Tamellini

Mis abuelos emigraron de Italia a Luxemburgo, mis padres a España y yo a Alemania. Adoro este país y las oportunidades que me está dando. Artículo 33: Puedo llegar a ser lo que quiero, cuando quiero y como quiero. Basta con querer que en el fondo es poder. “Deutschland über alles” siempre y cuando el Ryanair me siga llevando a precios de saldo cada dos meses una semanita a mi Málaga que me vio crecer.

Récord de inmigrantes: el 10% de la población de Alemania es extranjera

$
0
0

inmigracionLos extranjeros representan actualmente un 10% de la población de Alemania y llegan a un récord histórico, según ha declarado el Gobierno alemán.



La Oficina de Estadísticas Federal informa de que casi 8,2 millones de personas de nacionalidad extranjera se registraron con las autoridades a finales de 2014, el número más alto documentado desde la introducción del registro en 1967.

El total representa un aumento de 519.000 personas, un 6,8 por ciento, desde 2013. Un incremento más alto que el 5,8 que presentó el periodo 2012-2013.

Casi el 60 por ciento de las incorporaciones al registro provienen de países de la Unión Europea. Destaca el aumento de inmigrantes de nacionalidad rumana (32,9 por ciento) y búlgara (24,8 por ciento).

La afluencia de inmigrantes de los países de la eurozona más castigados por la crisis ha disminuido. El número de españoles que emigraron a Alemania en 2014 fue de un 8,3 por ciento, un 4 por ciento menos que en 2013. Mientras que sólo hubo un 3,9 por ciento de inmigrantes italianos y griegos, a diferencia del 4,4 y 6,1 por ciento (respectivamente) de 2013.

El número de inmigrantes de países de fuera de la UE se duplicó respecto a 2013, llegando a un total de 212.600 personas. Casi un 29 por ciento, procedían de Siria. Los inmigrantes del país en guerra doblaron su número hasta alcanzar 61.300 personas desplazadas a Alemania en 2014.

El mayor grupo de extranjeros viviendo en Alemania sigue siendo el de nacionalidad turca, englobando un 20 por ciento de la población inmigrante, pero su número continúa una tendencia a la baja. La Oficina de Estadística de Gunter Brueckner atribuye esta caída a que muchos turcos están nacionalizándose en Alemania.

Fuente: dpa

Unas pequeñas bases importantes

$
0
0

alemania integracion

 

Buenos días a todos, Irene está aquí de nuevo, del blog Alemania entre bastidores, y hoy vengo con una entrada un tanto controvertida.

Últimamente estoy leyendo en las redes sociales una cantidad de comentarios despectivos ante este país sin precedentes.

Que si esto es una mierda.

Que si los alemanes se sienten superiores a ti.

Que si nos tratan con mucho desprecio.

Que si son todos unos bordes.

Que si, que si.

 

Permitidme que sea un poco abogado del diablo.

 

Está claro que los que tienen malas experiencias no van a decir lo maravilloso que es el país, venid! Todos somos bien recibidos! Aquí cada cual cuenta lo que ha vivido, pero lo que si que es verdad es que las malas experiencias pesan para muchos bastante más que las buenas, y al final muchas veces tan solo te quedas con lo malo.

 

Dejemos claro que por aquí no es oro todo lo que reluce ni atan los perros con longanizas, ni mucho más cerca de la realidad. En España nos han vendido mucho la moto diciendo que en Alemania hay trabajo. Que no digo yo que eso no sea verdad, pero me parece que no han contado todo lo que deberían de haber dicho. Hay un pequeñísimo detalle que hace de la emigración un calvario, es algo que se debe de suponer, pero saber, en Alemania se habla alemán, y que nos os cuenten cuentos chinos, aquí con el inglés vas a defenderte si vienes de turista o tienes la grandísima suerte de trabajar para una empresa multinacional, sino vas a tener que pasarte varios meses en la inopia hasta que consigas entender algo de lo que dicen.

Porque es bastante complicado que te contraten en alguna empresa sin que sepáis al menos medio defenderos en el idioma. Que como ya he dicho, hay gente con suerte y paran en empresas donde se habla en inglés, pero esos son la gran minoría.

 

Emigrar siempre es algo duro, pero lo es más si es a un país nuevo y todo se dificulta un poco más aún cuando encima es un idioma que nos suena tan poco conocido como el alemán.

Los primeros meses no van a ser fáciles, pero gente, eso es algo con lo que tenéis que contar cuando vayáis a venir. No os van a ofrecer trabajo nada más poner un pie en el aeropuerto. Vais a tener que moveros, buscar y buscar. Y de nuevo eso solo lo podréis hacer si sabéis hablar el idioma. Soy muy plasta, lo sé, pero de verdad, que el desconocimiento de la lengua del lugar hace que la situación empeore mucho más y la adaptación sea más complicada de lo que ya es.

 

Con esto llego a otro punto a resaltar, la adaptación. Señores esto es Alemania!!! No estamos en España, es otro país, con otra cultura, otra forma de ver la vida, las cosas se hacen de una forma diferente y tenemos que adaptarnos al entorno. Donde fueres haz lo que vieres. Y si aquí no se cruza con el semáforo en rojo, pues te esperas.

No digo que haya que hacerlo todo a pies juntillas, pues hay muchas cosas que chocan, nos resultan muy extrañas y algunas veces nos cuentas entenderlas, pero hay que intentar adaptarse a las nuevas situaciones lo mejor posible, pues eso, os aseguro, nos va a ayudar muchísimo en poder sentirnos acogidos por los autóctonos, o al menos un poquito.

 

No podemos pretender imponer nuestras ideas, cultura y forma de hacer las cosas en un país que ya tiene las suyas. Y soltar un “es que en España se hace así”, me parece perfecto, pero repito de nuevo que esto es Alemania. Hay que abrirse a la nueva cultura, conocer nuevas tradiciones, nuevas formas de ver las cosas, y quizás, con el paso del tiempo, os deis cuenta que esperar a que el semáforo se ponga en verde no es algo tan malo como parecía al principio.

 

Que si los alemanes nos tratan mal, eso es como todo, habrá algunos que si y habrá otros que no, pero lo que nunca podemos hacer es generalizar.

En mi caso personal, llevo aquí ya más de un año, trabajo en una clínica de fisioterapia y el 80 % de mis pacientes son alemanes, pues en todo este tiempo aún no me he sentido en ningún momento despreciada por ser española. Nadie me ha puesto mala cara o me han mirado con superioridad.

¿Más de un año y sin ningún tipo de problema? Si.

Amigos míos de varias nacionalidades si que han tenido algún encontronazo pero hay una frase muy sabía que siempre me ha dicho mi padre, y es que no ofende el que quiere, sino el que puede.

Porque es muy raro que tras un año nunca nadie me haya lanzado alguna puntillita, es posible que si que lo hayan hecho, pero como ya me ha dicho alguna amiga, no he querido sentirme ofendida, así que simplemente he pasado de su comentario y he llegado a otra de las grandes frases de mi padre, dos no discuten si uno no quiere. Y aquí paz y después gloria.

 

Si vais predispuestos a sentiros ofendidos o a buscar dobleces en cualquier comentario, tenéis unas posibilidades muy altas de encontrároslo.

Está claro que imbéciles hay en todas partes, por aquí, en España y en cualquier sitio al que vayáis, la cuestión es como os tomáis vosotros las cosas.

 

Porque si vais con una sonrisa en la cara, muy posiblemente sea lo que os devuelvan, las buenas maneras, buenos modales y una actitud positiva siempre van a atraer eso mismo. Pero la predisposición a la ofensa y los malos pensamientos nunca van a producir algo bueno.

 

Estáis en Alemania, buscando trabajo, no encontráis nada, os estáis empezando a deprimir y tenéis mucho tiempo libre, demasiado. Haced algo!! Gastar el tiempo en cosas que os mantengan la cabeza ocupada, buscar grupos en Facebook que hagan salidas, españoles, alemanes, da lo mismo, lo que sea, pero no os quedéis en casa pensando en lo mala que es vuestra situación. Nunca se sabe a quien se va a conocer, pero sobretodo, como dice mi madre, en este caso, gente parada malos pensamientos. Y vaya si tiene razón.

 

No quiero ponerme en plan sabelotodo, ni mucho menos, pero estas son las cosas que yo he hecho y la verdad es que por ahora no me ha ido nada mal. Podría ir mejor? Por supuesto que si, pero como ya os dije, emigrar es duro y los principios nunca son fáciles.

 

Así que si queréis venir a Alemania, mis consejos:

 

Venir con una cierta base de alemán o en caso de que no pueda ser así, apuntaros lo antes posible a algún curso. En todo el país existen cursos de integración para gente que no habla alemán, y en algunos casos son incluso gratis. Tan solo tenéis que informaros de donde se hacen. No se como va en cada Estado, pues quizás sea diferente, pero imagino que si vais a alguna escuela de idiomas os podrán informar de si ellos ofrecen el curso o donde tenéis que ir. En alemán se dice Integrationskurse.

 

Tener en la cabeza la idea de que esto es un país nuevo, con su propia cultura e intentar adaptaros al entorno lo antes posible.

 

Esto parece una tontería, pero a mi me ha ayudado bastante. Dar vueltas por la ciudad, conocer vuestro barrio, iros al centro, pasear por las calles. En resumen, ser capaces de orientaros, saber donde estáis, dónde está vuestra casa y como llegar a ella. Esa sensación de sentirse perdido es bastante mala, y crea muchísima inseguridad.

 

Por último, salir de casa, de nuevo, conocer gente, apuntaros a quedadas, hacer amigos. Como ya digo, en Facebook hay un millón de grupos, y en los españoles en (cualquier ciudad) siempre podemos encontrar a alguien que esté en una situación parecida a la nuestra y se muera por conocer gente nueva. El momento en el que te ves solo en una ciudad nueva puede resultar un poco agobiante, y eso de ver el móvil y tener a alguien con la que puedes quedar en algún momento, da una sensación de seguridad increíble.

 

Poco más tengo que decir, valorar las cosas, vuestra situación actual, y si al final tomáis la decisión de venir no os desesperéis, hacer las cosas paso a paso con una actitud positiva, pues así todo será mucho más sencillo.

 

Un saludo!!

 

La entrada Unas pequeñas bases importantes aparece primero en Destino Alemania.

Unas pequeñas bases importantes

$
0
0

alemania integracion

 

Buenos días a todos, Irene está aquí de nuevo, del blog Alemania entre bastidores, y hoy vengo con una entrada un tanto controvertida.

Últimamente estoy leyendo en las redes sociales una cantidad de comentarios despectivos ante este país sin precedentes.

Que si esto es una mierda.

Que si los alemanes se sienten superiores a ti.

Que si nos tratan con mucho desprecio.

Que si son todos unos bordes.

Que si, que si.

 

Permitidme que sea un poco abogado del diablo.

 

Está claro que los que tienen malas experiencias no van a decir lo maravilloso que es el país, venid! Todos somos bien recibidos! Aquí cada cual cuenta lo que ha vivido, pero lo que si que es verdad es que las malas experiencias pesan para muchos bastante más que las buenas, y al final muchas veces tan solo te quedas con lo malo.

 

Dejemos claro que por aquí no es oro todo lo que reluce ni atan los perros con longanizas, ni mucho más cerca de la realidad. En España nos han vendido mucho la moto diciendo que en Alemania hay trabajo. Que no digo yo que eso no sea verdad, pero me parece que no han contado todo lo que deberían de haber dicho. Hay un pequeñísimo detalle que hace de la emigración un calvario, es algo que se debe de suponer, pero saber, en Alemania se habla alemán, y que nos os cuenten cuentos chinos, aquí con el inglés vas a defenderte si vienes de turista o tienes la grandísima suerte de trabajar para una empresa multinacional, sino vas a tener que pasarte varios meses en la inopia hasta que consigas entender algo de lo que dicen.

Porque es bastante complicado que te contraten en alguna empresa sin que sepáis al menos medio defenderos en el idioma. Que como ya he dicho, hay gente con suerte y paran en empresas donde se habla en inglés, pero esos son la gran minoría.

 

Emigrar siempre es algo duro, pero lo es más si es a un país nuevo y todo se dificulta un poco más aún cuando encima es un idioma que nos suena tan poco conocido como el alemán.

Los primeros meses no van a ser fáciles, pero gente, eso es algo con lo que tenéis que contar cuando vayáis a venir. No os van a ofrecer trabajo nada más poner un pie en el aeropuerto. Vais a tener que moveros, buscar y buscar. Y de nuevo eso solo lo podréis hacer si sabéis hablar el idioma. Soy muy plasta, lo sé, pero de verdad, que el desconocimiento de la lengua del lugar hace que la situación empeore mucho más y la adaptación sea más complicada de lo que ya es.

 

Con esto llego a otro punto a resaltar, la adaptación. Señores esto es Alemania!!! No estamos en España, es otro país, con otra cultura, otra forma de ver la vida, las cosas se hacen de una forma diferente y tenemos que adaptarnos al entorno. Donde fueres haz lo que vieres. Y si aquí no se cruza con el semáforo en rojo, pues te esperas.

No digo que haya que hacerlo todo a pies juntillas, pues hay muchas cosas que chocan, nos resultan muy extrañas y algunas veces nos cuentas entenderlas, pero hay que intentar adaptarse a las nuevas situaciones lo mejor posible, pues eso, os aseguro, nos va a ayudar muchísimo en poder sentirnos acogidos por los autóctonos, o al menos un poquito.

 

No podemos pretender imponer nuestras ideas, cultura y forma de hacer las cosas en un país que ya tiene las suyas. Y soltar un “es que en España se hace así”, me parece perfecto, pero repito de nuevo que esto es Alemania. Hay que abrirse a la nueva cultura, conocer nuevas tradiciones, nuevas formas de ver las cosas, y quizás, con el paso del tiempo, os deis cuenta que esperar a que el semáforo se ponga en verde no es algo tan malo como parecía al principio.

 

Que si los alemanes nos tratan mal, eso es como todo, habrá algunos que si y habrá otros que no, pero lo que nunca podemos hacer es generalizar.

En mi caso personal, llevo aquí ya más de un año, trabajo en una clínica de fisioterapia y el 80 % de mis pacientes son alemanes, pues en todo este tiempo aún no me he sentido en ningún momento despreciada por ser española. Nadie me ha puesto mala cara o me han mirado con superioridad.

¿Más de un año y sin ningún tipo de problema? Si.

Amigos míos de varias nacionalidades si que han tenido algún encontronazo pero hay una frase muy sabía que siempre me ha dicho mi padre, y es que no ofende el que quiere, sino el que puede.

Porque es muy raro que tras un año nunca nadie me haya lanzado alguna puntillita, es posible que si que lo hayan hecho, pero como ya me ha dicho alguna amiga, no he querido sentirme ofendida, así que simplemente he pasado de su comentario y he llegado a otra de las grandes frases de mi padre, dos no discuten si uno no quiere. Y aquí paz y después gloria.

 

Si vais predispuestos a sentiros ofendidos o a buscar dobleces en cualquier comentario, tenéis unas posibilidades muy altas de encontrároslo.

Está claro que imbéciles hay en todas partes, por aquí, en España y en cualquier sitio al que vayáis, la cuestión es como os tomáis vosotros las cosas.

 

Porque si vais con una sonrisa en la cara, muy posiblemente sea lo que os devuelvan, las buenas maneras, buenos modales y una actitud positiva siempre van a atraer eso mismo. Pero la predisposición a la ofensa y los malos pensamientos nunca van a producir algo bueno.

 

Estáis en Alemania, buscando trabajo, no encontráis nada, os estáis empezando a deprimir y tenéis mucho tiempo libre, demasiado. Haced algo!! Gastar el tiempo en cosas que os mantengan la cabeza ocupada, buscar grupos en Facebook que hagan salidas, españoles, alemanes, da lo mismo, lo que sea, pero no os quedéis en casa pensando en lo mala que es vuestra situación. Nunca se sabe a quien se va a conocer, pero sobretodo, como dice mi madre, en este caso, gente parada malos pensamientos. Y vaya si tiene razón.

 

No quiero ponerme en plan sabelotodo, ni mucho menos, pero estas son las cosas que yo he hecho y la verdad es que por ahora no me ha ido nada mal. Podría ir mejor? Por supuesto que si, pero como ya os dije, emigrar es duro y los principios nunca son fáciles.

 

Así que si queréis venir a Alemania, mis consejos:

 

Venir con una cierta base de alemán o en caso de que no pueda ser así, apuntaros lo antes posible a algún curso. En todo el país existen cursos de integración para gente que no habla alemán, y en algunos casos son incluso gratis. Tan solo tenéis que informaros de donde se hacen. No se como va en cada Estado, pues quizás sea diferente, pero imagino que si vais a alguna escuela de idiomas os podrán informar de si ellos ofrecen el curso o donde tenéis que ir. En alemán se dice Integrationskurse.

 

Tener en la cabeza la idea de que esto es un país nuevo, con su propia cultura e intentar adaptaros al entorno lo antes posible.

 

Esto parece una tontería, pero a mi me ha ayudado bastante. Dar vueltas por la ciudad, conocer vuestro barrio, iros al centro, pasear por las calles. En resumen, ser capaces de orientaros, saber donde estáis, dónde está vuestra casa y como llegar a ella. Esa sensación de sentirse perdido es bastante mala, y crea muchísima inseguridad.

 

Por último, salir de casa, de nuevo, conocer gente, apuntaros a quedadas, hacer amigos. Como ya digo, en Facebook hay un millón de grupos, y en los españoles en (cualquier ciudad) siempre podemos encontrar a alguien que esté en una situación parecida a la nuestra y se muera por conocer gente nueva. El momento en el que te ves solo en una ciudad nueva puede resultar un poco agobiante, y eso de ver el móvil y tener a alguien con la que puedes quedar en algún momento, da una sensación de seguridad increíble.

 

Poco más tengo que decir, valorar las cosas, vuestra situación actual, y si al final tomáis la decisión de venir no os desesperéis, hacer las cosas paso a paso con una actitud positiva, pues así todo será mucho más sencillo.

 

Un saludo!!

 

La entrada Unas pequeñas bases importantes se publicó primero en Destino Alemania.

De vuelta a la realidad, al trabajo y país de acogida después de Navidad

$
0
0

 

girl-107163_640

En estas fechas hay dos situaciones que se están viviendo en mucho de los emigrantes que  están fuera de España. Por un lado vuelven al trabajo, a las labores, a las responsabilidades y  rutinas diarias que se han dejado debido a este periodo de vacaciones navideñas y por otro  lado se vuelve al país de acogida después de pasar un periodo de tiempo con la familia y los seres queridos.

Autor: Sergio Delgado – Psicologiaenlared.com



Dos procesos por los que la persona tendrá que pasar y que puede dificultar su día a día si por una causa u otra no logra retomar su vida normal. En la primera situación, cuando la persona no se siente bien por esa vuelta, se habla del síndrome postvacacional, en la segunda de duelo por la pérdida del contexto vital, y en este caso el duelo por una nueva despedida. Veamos por separado cada uno de estos dos fenómenos y qué relación  pueden tener cuando se juntan como cuando se vuelve al trabajo después de unas vacaciones en el país de origen.

2. Síndrome postvacacional: trastorno adaptativo, en el que la persona no se siente (bien).

El síndrome postvacacional es en realidad un trastorno adaptativo a la vuelta de la actividad laboral diaria después de un periodo vacacional. Esta dificultad de adaptación a la nueva situación puede provocar en la persona ansiedad, irritabilidad, tristeza o desánimo, agotamiento, falta de interés por las actividades o momentos de evasión. Cada persona es un mundo y cada mente afronta de manera diferente los cambios que se producen en el contexto existencial de la persona. Tal y como se plantea en la psicología cognitiva (recogido de las ideas de la filosofía estoica): “No son las cosas lo que perturban o alteran al ser humano, sino las ideas o creencias que se tienen sobre esas cosas”.

railway-station-184055_640Por ello habrá que ver qué creencia y formas de ver esta situación tiene la persona, que significa la vuelta al trabajo para ella y que le está llevando a padecer estos síntomas. Pero no estoy hablando de pequeñas molestias o fastidios, que son los normales para los periodos de adaptación de vuelta al trabajo, como más cansancio por volver a madrugar, sino estados de ánimos muy negativos (sobre todo ansiedad  y depresión) durante un periodo largo de tiempo (más de tres meses de forma continuada) que impiden a la persona tener una vida satisfactoria y que si perduran en el tiempo sería  necesario que la persona consulte con un profesional.

Está dificultad de adaptación de vuelta al ámbito laboral suele ocurrir en personas que están viviendo las horas de trabajo con momentos de ansiedad o de insatisfacción, momentos en los que siente una pesada obligación por la actividad laboral. Gracias al periodo vacacional la persona se había liberado de esta carga, pero a la vuelta al trabajo se revive esa insatisfacción con ansiedad y se compara con los momentos de tranquilidad o calma que sentía en vacaciones. ¿Qué le puede ocurrir a la persona que hasta unos días antes de empezar el trabajo se sentía bien y ha sido al comenzar de nuevo cuando siente esos estados de ánimo negativos?

Cuando realizamos una actividad que no nos gusta (sea laboral o no), lo que ocurre en esa actividad es que no nos reconocemos en ella, no nos vemos existir y al final de todo sentimos que no existimos. Y con existir me refiero a dar de nosotros mismos en lo que hacemos, a expresar lo que somos, a relacionarnos con el entorno tal y como somos. Básicamente solo hay una cosa que nos gusta: ser nosotros mismos y sentir que existimos. Es decir, a toda persona, lo que le gusta es sentirse existir, identificarse con lo que hace, que le hace sentirse real; Y por otro lado, sólo hay una cosa que nos disgusta profundamente: sentir que no existimos, que somos nada, que no podemos identificarnos con nada de lo que hacemos. En la primera situación sentiremos satisfacción, calma, plenitud e incluso alegría, en la segunda sentiremos emociones negativas como tristeza, ansiedad, frustración, irritabilidad e incluso angustia.

Para comprender mejor esta situación, pongamos dos ejemplos muy distintos:

• Tenemos a una persona que puede hacer muchas actividades diferentes: trabajar, hacer deporte, labores domésticas, estar en familia, quedar con los amigos, ir al cine, etc… ; Si esta persona se siente a  sí misma haciéndolas, se reconoce en ellas, le gustarán todas por igual.

• Y por otro lado pongamos que tenemos a otra persona que puede realizar las mismas actividades que la anterior: trabajar, hacer deporte, las labores domésticas, estar en familia, quedar con los amigos, ir al cine, etc; En este caso si la persona no siente que es ella misma quien las hace y no se reconozca en ellas o no se sienta existir mientras las hace (por sentirse obligada, impelida, controlada,…), no habrá una sola actividad que le guste.

En el caso del síndrome postvacacional, que visto de forma superficial se puede decir que lo que le ocurre a la persona es que no le gusta volver al trabajo, en realidad lo que no le está gustando es que no se está sintiendo existir en esa actividad, no se reconoce en esa actividad y que en comparación con el periodo anterior, se sentía más a sí misma, se sentía más existir, cuando estaba de vacaciones. Parece algo tan obvio como que de vacaciones se sentía libre (se  siente existir) y trabajando se siente obligado (no se siente existir).

Por otro lado además la mente suele responder a esos periodos de insatisfacción laboral con evasión vía fantasía o inconsciencia, dejando de estar presente en la actividad, dejando de ser consciente de lo que hace, por lo que a su vez se entra en círculo vicioso de insatisfacción.

La persona pierde “el aquí y el ahora”, pierde poder ser consciente de sí mismo y de lo que le rodea, y entrará en estados de ansiedad y depresión, pseudo-existiendo en el pasado (con recuerdos, añoranzas,…) o en el futuro (con deseos, ilusiones,…) pero nunca siendo consciente con atención plena en el momento actual, que es realmente como la persona existe.


alone-62253_6403. Duelo por la nueva salida del país de origen.

Así pues podemos tener a alguien que no se siente (bien) por volver al trabajo, pero además como emigrante ha tenido que marchar de nuevo en estas fechas del contexto vital de origen (su ciudad, pueblo, con familiares y amigos) volviendo a un contexto en el que puede que se sienta menos a gusto, que como decíamos antes, se siente menos existir. Esa separación del contexto de origen lo que produce es una pérdida vital con su correspondiente duelo (como vimos en otro artículo anterior: “Despedida, pérdida y duelo en la emigración”.). En este caso me fijaré más en el periodo vacacional que se ha podido vivir de forma breve en estas navidades y que al dejar esos momentos de contacto con la familia y amigos, la persona puede sufrir un nuevo duelo.

En consulta para explicar el fenómeno de estos periodos breves de volver al lugar de origen en vacaciones, suelo hacer un símil o una comparación con una relación a distancia. Cuando mantenemos una relación en la distancia y solo le vemos en periodos breves, normalmente esos momentos suelen ser idílicos, perfectos, ya que lo habitual es que no haya oportunidades para los conflictos o fricciones. Es en el día a día, en la convivencia continuada, donde pueden aparecer momentos de disgusto y de frustración, que habrá que resolver si no queremos que la relación se estropee. Pues en la vuelta a casa (con la familia y amigos), en estos momentos vacacionales como son las navidades para la persona emigrante, suele existir ese idilio, esas situaciones de falta de conflictos y fricciones, dándose de forma más continuada momentos de alegría y satisfacción, por lo que si la persona no está del todo bien en el nuevo contexto (en el país receptor) idealizará, recordará y añorará aquello que nuevamente ha dejado atrás. En esa idealización hace que surja un nuevo duelo, como si fuera una doble pérdida, por lo dejado y por lo dejado “tan perfecto”.

4. Conclusiones

Hay momentos en los que nos cuesta aceptar la realidad que estamos viviendo, como cuando no podemos adaptarnos a nuevas situaciones o a cambios como son la vuelta al trabajo o una nueva salida del país de origen. En estos momentos nuestra mente nos avisa en forma de emociones negativas como son la ansiedad, la tristeza, la frustración, de que algo no nos está gustando. De que no estamos existiendo. Son momentos complicados que tendremos que analizar en nosotros mismos y ver que creencias o formas de ver las cosas nos pueden estar llevando a sentirnos así.

Por otro lado de una situación en un principio algo superficial como es “no me apetece ir a trabajar”, hemos llegado conceptos tan importantes en el ser humano como el sentimiento de libertad o de obligación. Así cada persona tendría que analizar cómo ha ido aprendiendo a lo largo de su vida lo que le hace sentirse libre o sentirse obligado, que es al final lo que le hace sentirse o no sentirse.

5. Recomendaciones

Para superar estos momentos más difíciles podemos cambiar esa visión con las siguientes recomendaciones

a. Si comenzamos a sentirnos mal por volver al trabajo, es necesario buscar razones propias para la actividad laboral, tener motivaciones intrínsecas para realizar el trabajo (el sustento de uno mismo, el desarrollo personal o el aprendizaje que se logra con esa actividad, etc.), lo que ayudará a no verlo como una carga o una obligación.

b. Es mejor cambiar conceptos que se refiere al trabajo, que suelen venir de nuestra educación familiar y social, como “obligaciones o deberes” (que serán vistos como algo externo a la persona) por el de “responsabilidades o compromisos” (que son conceptos más internos, propios de la persona).

c. Como reflexión sobre el concepto de libertad y de obligaciones en nuestras actividades nos podemos plantear la siguiente cuestión: ¿acaso no es uno mismo el que, en realidad, hace todo lo que hace, aunque unas veces sienta que lo hace él y otras veces sienta que lo hace por obligación procedente del exterior?.

d. Es necesario ser más objetivos con el contexto original y ver que también cuando se vivía en ese contexto (con la familia y amigos) había conflictos, fricciones, frustraciones, siendo conscientes que podemos idealizar ese contexto ante nuestros problemas actuales, pero que quizá no estamos siendo del todo realistas.

e. Es necesario escuchar a nuestra mente-cuerpo, ser conscientes de lo que nos está diciendo, de esas emociones negativas, que muchas veces desoímos en momentos en que no estamos bien.

Y en general, aunque pueda parecer una receta psicológica muy usada, un planteamiento general para vivir de forma plena la vida en el “aquí y el ahora”, y no entrar en problemas de adaptación a momentos o lugares concretos (como es la vuelta al trabajo o al país receptor) sería: no recordar el pasado con melancolía, no esperar el futuro con temor, sino vivir el presente con satisfacción. Pero esta es una labor que si se quiere conseguir, habrá que trabajar durante toda la vida.

Autor: Sergio Delgado. Psicólogo Terapéuta online

Para cualquier consulta: info@psicologiaenlared.com

www.psicologiaenlared.com

La entrada De vuelta a la realidad, al trabajo y país de acogida después de Navidad se publicó primero en Destino Alemania.

¿Sozialtourismus?

$
0
0

Hace poco tiempo que la Gran Coalición que gobierna Alemania formada por el SPD y el CDU/CSU aprobó una medida que nos atañe a nosotros, emigrantes europeos. Se trata de una reacción a los abusos del llamado Sozialtourismus (Turismo social).

Se ha comprobado que ciudadanos comunitarios residentes en Alemania han llegado incluso a falsificar partidas de nacimiento para recibir así el Kindergeld; es decir, la ayuda a la infancia que se entrega a los padres para el mantenimiento de sus hijos.

Desde el gobierno que preside Angela Merkel aclaran que “estas medidas no suponen ningún cambio para los que respeten la regulación sobre las ayudas sociales”, pero como todo en esta vida; las cosas no son ni blancas, ni negras sino llenas de matices de tono grisáceo. Por un lado, están los que alertan del peligro de la libertad de movimientos de ciudadanos dentro de la Unión Europea y los políticos alemanes argumentan que todos los países de la UE pueden legislar un periodo máximo de estancia para la búsqueda de trabajo. Lo que en román paladín viene a ser: o encuentras curro en 6 meses o de vuelta a España.

Paralelamente hay toda una casuística: Quienes estén buscando trabajo activamente y tengan un nivel de idioma aceptable que les permita desenvolverse en el entorno laboral pueden ver prolongada su estancia en la República de Alemania y otros tendrán que plantearse “hacer un curso de alemán en su país de origen para venir más preparados para entrar en el mercado laboral germano” como señalan los medios de comunicación.

Desde mi privilegida posición de emigrante europea con trabajo fijo en Alemania, tengo que decir que por un lado comprendo la postura de los alemanes de rechazo ante los que no han aportado a sus sistema social pero se benefician de él. Por otro lado, como española residente en Alemania sé que las cosas son muy difíciles para poder establecerse aquí seas europeo o no.

Antes de entrar en debates polémicos hay que evitar las generalizaciones, cada persona es diferente y todos conocemos personas vagas y personas trabajadoras independientemente de la nacionalidad, religión u orientación sexual que tengan. El problema, si es que se puede llamar problema, es la “picaresca” española; esa creencia de que somos más listillos y resabiados que el prójimo (ojo que otros países también tienen el cliché de la cigarra que cantaba mientras la hormiga acumulaba provisiones para el invierno; como Grecia, Italia y Portugal) por eso nos las sabemos todas y nos llevamos siempre la mejor parte del pastel. Así pagan justos por pecadores y los que llegan dispuestos a dar lo mejor de sí mismos se encuentran con la indiferencia (en el mejor de los casos) o con el rechazo abierto por parte de una buena parte de la sociedad alemana (recalco que no hay que generalizar).

Hablo de lo que experimenté por mi misma, el llegar y tener que competir con los que hablan alemán con un nivel nativo, demostrar que soy buena en mi trabajo y que, aparte de siestas y fiestas, los españoles somos trabajadores responsables y formales que cumplen con sus obligaciones. Todavía recuerdo la cara de mi jefa cuando le dije que soy una persona organizada en la primera de las tres entrevistas que hice en mi empresa actual. Directamente me dijo que viniendo de una española le resultaba gracioso…y con el paso del tiempo ha terminado por decirme que realmente soy incluso más organizada que algunos alemanes que conoce.

Opinar sobre este tema no es fácil, no hay una respuesta correcta porque las dos posturas son comprensibles, yo diría que complementarias. Por un lado, quienes rechazan el abuso del sistema social que ofrece Alemania a sus ciudadanos del que se aprovechan algunos extranjeros, y por otro lado, los que llegamos con la sana intención de trabajar e integrarnos en la sociedad alemana, cumpliendo con los mismos deberes de los ciudadanos alemanes y recibiendo por tanto los mismos derechos que éstos. El tiempo dirá si la medida aprobada por el gobierno alemán resulta eficaz o no y si se extiende a otros países de la UE. Vosotros, ¿qué opináis?

Esther Patrocinio @epatrocinio

La entrada ¿Sozialtourismus? se publicó primero en Destino Alemania.


Y de pronto cambió mi vida

$
0
0

Sy de pronto cambio mi vida_3ed_trz.aieguramente no haya nadie más adecuado que los lectores de Destino Alemania para describir el enorme cambio que supone dar el paso de iniciar la aventura de la emigración.  El éxito o fracaso de este paso se medirá en función de los grados de sufrimiento o satisfacción de  las experiencias vividas. Pero también conviene mencionar que, muchas veces, juzgamos el entorno sin entender realmente lo que sucede a nuestro alrededor o no queriendo entender que quizás el error no esté en la realidad que vivimos sino en cómo la percibimos.


Hasta ahí la teoría aplicable al ser humano. Pero… ¿cómo sería si fuese un perro el que está obligado  a emigrar y a entender todo lo que le rodea?  Precisamente ese es el dilema que plantea la autora Cristina Jimena con su obra “Y de pronto cambió mi vida”. Una aventura migratoria contada desde la perspectiva de un simpático beagle llamado Pepe que enseñará al lector a vivir este camino desde un punto de vista muy diferente.

Inocente, optimista, curioso y con gran sentido del humor, Pepe se enfrentará a situaciones muy familiares para todos aquellos que en algún momento pusieron Destino a Alemania.  Con su sabiduría, el sabueso lidia con maestría el día a día enfrentándose a todo tipo de adversidades, a la vez que emociona al lector introduciéndolo en un mundo de valores como la tolerancia y la compresión. Valores que,  a veces,  incluso nosotros mismos tendemos a bloquear. En definitiva, un libro que hará esbozar una gran sonrisa tanto a los que hemos venido a Alemania como a todos aquellos que, desde sus hogares,  quieran entender la diferencia que supone vivir en el extranjero.

SORTEO: De acuerdo con la autora, Cristina Jimena, y la Editorial Club Universitario, desde Destino Alemania queremos organizar un sorteo para todos los usuarios. Como siempre, a cambio de un poco de participación por parte de los usuarios. Esta vez con una pregunta muy fácil: ¿En qué cambió tu vida cuando emigraste a Alemania? Para participar, los usuarios podrán enviar las respuestas hasta el 15 de febrero al correo user@destinoalemania.com poniendo como asunto “Y de pronto cambió mi vida”.  La mejor y más original se llevará un ejemplar del libro.

 

 

 

La entrada Y de pronto cambió mi vida se publicó primero en Destino Alemania.

Ganadora y finalistas: ¿En qué cambió tu vida cuando emigraste a Alemania?

$
0
0

y de pronto cambio mi vida_3ed_trz.aiHace unas semanas os lanzamos esta pregunta para que todos aquellos que como nosotros habéis emigrado a Alemania compartieseis vuestras experiencias.  Nos han gustado mucho vuestras historias y queremos agradecer vuestra participación. Desde el equipo de redacción de Destino Alemania hicimos una selección de las cuatro respuestas  finalistas que más nos han llamado la atención, por su franqueza, originalidad, humor y coraje.



Como prometimos, también hay un premio para el mejor relato y, de acuerdo con Cristina Jimena, autora del libro que sorteamos  “Y de pronto cambio mi vida, el premio va a caer a María Asunción Bermúdez por su relato “Había una vez un ama de casa”.

Según Cristina Jimena, la elección no ha sido fácil, pero finalmente se decidió por «Había una vez una ama de casa» por su sinceridad, buen humor y el mensaje positivo que transmite, cosas que este texto de María Asunción Bermúdez tiene en común con la novela «Y de pronto cambió mi vida» .

Ganadora

«Había una vez una ama de casa», de María Asunción Bermúdez

Hola a todos los españoles que están de alguna forma, trabajando… estudiando… en prácticas…, residiendo en Alemania. Os voy a contar mi historia:
Había una vez una ama de casa (licenciada en derecho, pero ejerciendo «en sus labores») de 52 años de edad con un marido, ingeniero de Airbus, y con dos hijos mayores de edad, el mayor en paro y la menor estudiando. El marido estaba en continuo movimiento por su trabajo, de Sevilla (ciudad de residencia) a Hamburgo y viceversa. Era una lata, siempre sólo en hoteles y de un aeropuerto a otro. La mujer, igualmente sola en Sevilla pues con los hijos no podía contar pues cada uno tenía su vida. Un buen día la situación cambió: qué te parece si nos vamos a vivir a Hamburgo y no tengo que viajar tanto y no estamos tan solos, le propuso el marido a su esposa. Ella dijo que sí y de esa manera se encontró de pronto viviendo en Alemania.
Sí, esa soy yo, María Asunción, sevillana (de un pueblo llamado Tomares), de 53 años y ya llevo más de un año aquí en Hamburgo, de Erasmus, como le dice mi hija a sus amigos: he mandado a mis padres de Erasmus a Alemania y yo me quedo en Sevilla.
Ha sido y es duro el día a día; el idioma, lo principal. Un curso de alemán, duración casi 11meses y cuál ha sido el resultado, «la profesora sabe más español que yo alemán». Sí, sé que algunos os estaréis riendo y diciendo, vaya, vaya… pero es que le edad es la edad y las neuronas no son las misma… ¡la vejez que es muy mala!!!
Otro factor, la edad. Encuentro muchos españoles en la ciudad y mi hijo (que se vino conmigo buscando nuevos caminos) me presenta sus amistades, compatriotas o extranjeros, pero de todos puedo ser su madre. Echo de menos tomarme un café con alguna señora de mi edad.
Pero bueno, entre una cosa y otra, ya ha pasado un año y vamos tirando. Mi matrimonio se ha hecho más sólido, pasamos más tiempo juntos; ya tengo amigos de diario, mi frutero turco, mi carnicero alemán, la chica que me vende pescado es sudamericana y mis vecinos, que aunque no me entere mucho de lo que dicen por lo menos » Morgen o Abend» nos lo decimos.
Una experiencia más en mi vida, buena o mala, el tiempo lo dirá….de momento no me arrepiento e invito a muchos jóvenes, sea para trabajar, estudiar o para cualquier otra actividad que vivan el momento » y de pronto cambió mi vida». La mía ya hace más de un año que cambio.

Me despido de vosotros y por supuesto me tenéis para lo que pueda ayudaros. Besos.

Finalistas

Impulso aventurero – Ronda

mi Impulso Aventurero me separa 1860 kilómetros de la gente que más quiero,
simplemente busqué la oportunidad que no me dieron.
mi Impulso Aventurero hizo que pasase el invierno más frío que recuerdo,
todo nuevo,
nada entiendo,
hizo frío,
¡cuánto frío por dentro!

mi espíritu aventurero
me hizo recordar cuando florecen los almendros,
cuánto duelen los recuerdos,
qué solos están los muertos…

mi espíritu aventurero
me hace valorar lo nuestro,
las croquetas,
los boleros,
las puestas de sol de invierno.

mi espíritu aventurero consigue que a mi regreso
vuele libre
bese lento,
ría más
pida menos.

Y de cómo acabar en Alemania y no en Polonia – Susana Hidalgo

Mi historia viene de hace más de un año cuando por casualidad me meto a una reunión informativa Erasmus y 1 mes después elijo sin querer marcharme a Alemania. ¿Cómo ha cambiado mi vida? Ahora he encontrado trabajo en un laboratorio alemán. Un novio berlinés. Gané 7 kg y me veo increíblemente estupenda. Dejé de hacer bromas sobre alemanes typical spanish por si las moscas. Puedo ir a pie a donde quiera, ¡ay Madrid, qué grande eres! y no sufro el estrés mañanero de los atascos. Aprendí a dormir con una almohada 80×80 cm y… sin persianas. Fuera bromas, las pequeñas cosas que han cambiado mi vida viviendo allí me han hecho darme cuenta de que hace falta salir fuera de España para ver que en realidad somos muy privilegiados en muchos aspectos y de que ser extranjero en un país es realmente duro. ¡Ahora ya sólo me queda aprender alemán!

Puedo llegar a ser lo que quiero, cuando quiero y como quiero – Patrick Tamellini

Mis abuelos emigraron de Italia a Luxemburgo, mis padres a España y yo a Alemania. Adoro este país y las oportunidades que me está dando. Artículo 33: Puedo llegar a ser lo que quiero, cuando quiero y como quiero. Basta con querer que en el fondo es poder. «Deutschland über alles» siempre y cuando el Ryanair me siga llevando a precios de saldo cada dos meses una semanita a mi Málaga que me vio crecer.

La entrada Ganadora y finalistas: ¿En qué cambió tu vida cuando emigraste a Alemania? se publicó primero en Destino Alemania.

Récord de inmigrantes: el 10% de la población de Alemania es extranjera

$
0
0

inmigracionLos extranjeros representan actualmente un 10% de la población de Alemania y llegan a un récord histórico, según ha declarado el Gobierno alemán.



La Oficina de Estadísticas Federal informa de que casi 8,2 millones de personas de nacionalidad extranjera se registraron con las autoridades a finales de 2014, el número más alto documentado desde la introducción del registro en 1967.

El total representa un aumento de 519.000 personas, un 6,8 por ciento, desde 2013. Un incremento más alto que el 5,8 que presentó el periodo 2012-2013.

Casi el 60 por ciento de las incorporaciones al registro provienen de países de la Unión Europea. Destaca el aumento de inmigrantes de nacionalidad rumana (32,9 por ciento) y búlgara (24,8 por ciento).

La afluencia de inmigrantes de los países de la eurozona más castigados por la crisis ha disminuido. El número de españoles que emigraron a Alemania en 2014 fue de un 8,3 por ciento, un 4 por ciento menos que en 2013. Mientras que sólo hubo un 3,9 por ciento de inmigrantes italianos y griegos, a diferencia del 4,4 y 6,1 por ciento (respectivamente) de 2013.

El número de inmigrantes de países de fuera de la UE se duplicó respecto a 2013, llegando a un total de 212.600 personas. Casi un 29 por ciento, procedían de Siria. Los inmigrantes del país en guerra doblaron su número hasta alcanzar 61.300 personas desplazadas a Alemania en 2014.

El mayor grupo de extranjeros viviendo en Alemania sigue siendo el de nacionalidad turca, englobando un 20 por ciento de la población inmigrante, pero su número continúa una tendencia a la baja. La Oficina de Estadística de Gunter Brueckner atribuye esta caída a que muchos turcos están nacionalizándose en Alemania.

Fuente: dpa

La entrada Récord de inmigrantes: el 10% de la población de Alemania es extranjera se publicó primero en Destino Alemania.

Estudio: Los hijos brindan felicidad… cuando se van de casa

$
0
0

Los hijos aumentan el bienestar general de sus padres, pero recién cuando han partido de la vivienda familiar, según observó un estudio de la Universidad alemana de Heidelberg difundido por la revista especializada «Plos One».

Foto de pixabay

El investigador Christoph Becker y otros colegas llegaron a la conclusión de que una buena integración en la red social es importante para el bienestar y la salud mental en edades a partir de los 50 años. En particular la pareja y los hijos que ya se mudaron de la vivienda familiar desempeñan un importante papel en este sentido, sostienen.

Estudios anteriores habían demostrado que los hijos que todavía viven en casa tenían en general un efecto negativo.

Los investigadores liderados por Becker analizaron numerosos aportes del banco de datos europeo «Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe» (SHARE).

De esta manera, observaron las situaciones de vida de unas 55.000 personas de 50 años o más de 16 naciones europeas. La evaluación incluyó indicaciones sobre la calidad de vida o la tendencia a la depresión, entre otros puntos.

Además, de estos datos se podía deducir qué redes sociales se establecían para una persona dentro y fuera de la familia. También se tuvo acceso a la situación familiar, el número de hijos, los niveles de ingresos y la situación habitacional.

Sueño, dinero, tiempo libre: los padres invierten mucho en sus hijos aunque, en promedio, se encuentran menos satisfechos que las parejas sin hijos, recalcan diversas investigaciones. En particular las madres que reciben poco respaldo tienen mayor tendencia a depresiones.

Pero los investigadores encabezados por Becker detectaron que esto no continúa siendo así con el avance de los años. Sin embargo, para que esto ocurra, los hijos primero deberán mudarse de la vivienda familiar. Entonces permanecen como parte de la red social de los padres y aumentan su calidad de vida.

Los investigadores estimaron que, a largo plazo, los progenitores se benefician del respaldo y del vínculo con los hijos, sin tener que seguir cuidándolos ya diariamente.

En el caso de los nietos, la influencia en la satisfacción fue menos evidente. Aquí los investigadores postularon que a veces los abuelos vuelven a asumir responsabilidades.

Estudios anteriores ya habían demostrado, por otra parte, que la calidad de vida de los padres empeora nuevamente cuando los hijos ya adultos vuelven a mudarse a la vivienda familiar.

El coautor Christoph Becker hizo hincapié sin embargo en que los hijos son solo un aspecto de una vida satisfactoria. «Los fuertes contactos sociales van acompañados de una alta calidad de vida, satisfacción y salud mental», señaló.

«Nuestro estudio solamente muestra relaciones. Puede haber otros motivos para ello. Sobre todo parece ser importante que con la edad se tenga al menos una persona con la que uno pueda comunicarse regularmente. Esta puede ser la pareja», aseguró el investigador.

Heidelberg (Alemania), 25 ago (dpa)

La entrada Estudio: Los hijos brindan felicidad… cuando se van de casa se publicó primero en Destino Alemania.

Escasez de personal en Alemania presenta riesgo empresarial

$
0
0

Un 56 por ciento de las empresas considera que la escasez de personal cualificado en Alemania es el riesgo empresarial más grande, a pesar de la actual debilidad de la coyuntura económica, reveló hoy una encuesta de la Asociación de Cámaras de Industria y Comercio Alemanas (DIHK).

Foto de pixabay

Las mayores limitaciones se encuentran en el sector de la construcción. Un tercio de las empresas ya ha contratado tanto personal extranjero de países pertenecientes a la Unión Europea (UE), como de no pertenecientes a la UE, según una encuesta realizada a 11.000 empresas a la que tuvo acceso dpa.

El Gobierno federal, los Estados federados, la industria y los sindicatos se darán cita hoy en la sede de la Cancillería para una reunión de alto nivel que se centrará en cómo hacer funcionar rápidamente la nueva ley sobre inmigración de trabajadores cualificados.

La nueva ley entrará en vigor en 2020 y tiene como objeto allanar el camino para que trabajadores cualificados de países no pertenecientes a la UE puedan trabajar en Alemania.

Según la DIHK, el nivel de idiomas y las cualificaciones laborales son fundamentales para que la integración en las empresas de los nuevos trabajadores se desarrolle con éxito.

Para ello, una mayor flexibilidad en los cursos de idiomas subvencionados por el Estado podría ayudar a las empresas, como por ejemplo, aumentar los cursos en línea o las clases individuales subvencionadas.

Debido a las diferencias entre las formaciones profesionales de países no pertenecientes a la EU y el sistema alemán de formación profesional, podría haber necesidad de crear capacitaciones para el personal cualificado que emigre en el marco de las posibilidades de esta nueva ley, continúa el estudio.

«Por lo tanto, para que la aplicación de la nueva ley sea un éxito, es importante que los políticos y los empresarios desarrollen conjuntamente capacitaciones de adaptación a medida. También es importante que haya oportunidades de financiación adecuadas para trabajadores de terceros países que estén interesados en emigar», subraya el estudio.

Berlín, 16 dic (dpa)

La entrada Escasez de personal en Alemania presenta riesgo empresarial se publicó primero en Destino Alemania.

Viewing all 20 articles
Browse latest View live




Latest Images